Por fin pude comprar la moto que tanto quería.
Estaba saliendo de clases cuando la ví. Era perfecta y estaba en rebaja en la concesionaria. Entré a preguntar el precio y salí manejandola. Sabía que mi madre me iba a matar.
Y cuando me vió, bueno. Ahora voy a tener que pasar un mes castigado. Pero mi papá habló con ella, y por lo menos voy a poder manejarla.